martes, 10 de marzo de 2015

Obra de Arte: John Singer Sargent - Gasseol

John Singer Sargent,

  • Es una curiosa procesión de clases, de izquierda a derecha, solemne, lápidas, casi religiosa; patética, también, en la forma en que las manos lleguen a tocar los hombros. La vista lateral de la transforma en algo casi escultórico - una especie de friso en bajorrelieve de la época helenística, por ejemplo, lo que podría ser la realización de algún homenaje a un dios. Y sin embargo la dirección del recorrido se dirige por completo por una ordenada médica. De lo contrario, sería una vaga para siempre-en adelante torpe a lo largo de un paseo de pato a un país de nunca jamás.
  • Nunca pensamos en Sargent en el contexto de la representación del sufrimiento humano. Y sin embargo, el hombre estaba allí, en medio de la guerra, a la edad de 62. Él había sido enviado allí a Francia, por el Gobierno británico para hacer justicia a los horrores de los conflictos que dan que pensar, y, como era de esperar se encontraba en varias mentes sobre un tema apropiado al principio porque, bueno, esto no era un terreno habitual de Sargent, como ya hemos señalado.
  • Ellos están siendo conducidos, con sus ojos envueltos en pelusa, hacia una tienda de campaña tratamiento - ver esos tensores. Hay más de una línea de los hombres. Asimismo, están convergiendo desde varias direcciones. Y, mientras tanto, otros van las cosas en demasiado. A lo lejos, se está jugando un partido de fútbol. Volver a la izquierda, podemos ver tiendas de campaña. Hay una luna colgante. La luz es una forma extraña de mostaza granulada de color amarillo - con sólo un tinte de rosa - que impregna todo. Casi podemos oler el aire.
    El heroísmo? Esa maraña de hombres rotos e indefensos que ocupa todo el primer plano de la pintura, y continúa detrás de los hombres que caminan, hace esa afirmación aún menos creíble.
  • Todo esto es restos y desechos humanos, hecho por la maldad de la guerra. Los soldados han sido talados, aporreado a la tierra, por algunos infernalmente recién inventado y traicionero veneno que ellos son incapaces de resistir. Ningún arma acerada, seguro de sí mismo puede salvarlos de como este. Algunos de estos hombres han creado una copia de seguridad en sus pies, frágil, confuso, incómodo, y están siendo llevados. Uno - el tercero de la parte frontal - parece un títere de alta paso a paso. Quizás sólo ha asustado a sí mismo por tropiezo contra esa tarima. Muchos no son tan afortunados. Ellos no se mueven en absoluto.Esta es Owen país: la piedad de la guerra.
  • Cuando pensamos en pinturas de la Primera Guerra Mundial, a menudo elegimos listón abajo sobre algunas de las obras más experimentales de Boccioni, Nevinson o Lewis, obras que tienen una deuda con el cubismo, el futurismo, Vorticismo. El mismo hecho de que estas obras pertenecen entre los logros de los modernos les presta un ambiente de puntualidad excitable, como si up-to-the-minute arte está demostrando que puede hacer frente a la mayor de las catástrofes. El arte está a la par con los horrores de la modernidad. Esta pintura de Sargent pertenece a una tradición más antigua del realismo narrativo. Afirma parentesco con los cuadros narrativos de una gran ruso como Repin. Posee una especie de sobriedad regañadientes profunda y monumental.
  • Sobre el artista: John Singer Sargent (1856-1925)
    John Singer Sargent era el hijo de una pareja de americanos nómadas. Antes de su nacimiento, su padre había ejercido como cirujano oftalmólogo en Filadelfia. Juan nació en Florencia y, al igual que sus padres, pasó su vida en movimiento - Corfú, Oriente Medio, Florida ... Se entrenó con Carolus-Duran en París, y, bien educado y habla un francés perfecto, pronto se convirtió en un pintor de la sociedad en gran demanda. Henry James encontró a su talento precoz "desconcertante".
Opinión personal sobre la obra:
La obra me hace sentir varias emociones ya que representa claramente una guerra dura, hay heridos por todas partes, parecen pedir auxilio, pero nadie les contesta... Otros en cambio parecen intentar levantarse y no lo consiguen. Al fondo se aprecia como un grupo de hombre quiere hacer algo por colocar unos postes o algo por el estilo, y como no el protagonismo del cuadro se lo lleva la fila de hombres caminando, se sujetan unos a otros, como buscando un apoyo directo porque no se pueden ni mantener en pie. Todo esto lo que me demuestra es que deben estar agotados de tanto sufrimiento, que están cansados de esa rutina de tiroteos sin cesar, y que en lo único que piensan sus cabezas es cuando parará toda esa tortura.





Anécdota de la Primera Guerra Mundial

Una nota manuscrita de Walter Kirke, jefe de los servicios secretos de la British Expeditionary Force(Fuerza Expedicionaria Británica) durante la Primera Guerra Mundial, despertó la curiosidad del historiador inglés Raphael Stipic
[…] una joven se vistió como un hombre y se dirigió a la línea del frente con la esperanza de convertirse en corresponsal de guerra.
Era la historia de Dorothy Lawrence, la única mujer soldado del ejército británico.
Dorothy Lawrence
Dorothy Lawrence
Poco se sabe de la infancia de Dorothy, nos tenemos que trasladar a 1914 donde encontramos a una joven de 19 años tratando de abrirse paso como periodista en un mundo monopolizado por los hombres. Con el estallido de la guerra se ofreció voluntaria para viajar al continente y cubrir la guerra como corresponsal, pero ni los editores de los periódicos ni el Ministerio de la Guerra se lo permitieron. Así que, decidió viajar a Francia por su cuenta y allí unirse a la Fuerza Expedicionaria Británica. Consiguió atravesar el Canal de la Mancha y comenzó su aventura en suelo francés. En un pequeño café parisino contacto con dos soldados británicos a los que les contó su historia y su deseo de llegar al frente. Aunque trataron de convencerla de la imposibilidad de llevar a cabo su plan, su determinación pudo más y decidieron ayudarle. Pero como mujer era imposible… le cortaron el pelo, tiznaron su pálida cara, la vistieron con ropas militares -envolviendo sus pechos con tela- y le consiguieron papeles falsos con el nombre de Denis Smith. De camino al frente, conoció al que sería su ángel de la guarda, Tom Dunn, un ex minero alistado en la compañía de zapadores. La instaló en un cabaña cercana al campamento de la compañía, donde estuvo escondida varios días hasta que Tom logró mezclarla con el resto de los zapadores. Estuvo en primera línea colocando minas a 350 metros de las líneas enemigas, en tierra de nadie, y soportando los bombardeos alemanes durante 10 días. Los días que había estado escondida en la cabaña con apenas comida -la que Tom podía compartir con ella-, el frío, la humedad y, más tarde, el trabajo agotador entre trincheras, le pasaron factura. Sufrió un desvanecimiento y estuvo a punto de ser llevada al hospital de campaña donde se habría destapado su engaño. El agotamiento y, sobre todo, la preocupación no le dejaron dormir aquella noche. Sabía que si la descubrían todos los que la habían ayudado serían sometidos a un consejo de guerra. Así que a la mañana siguiente decidió presentarse ante el sargento de guardia y desvelar su verdadera identidad. El sargento la arrestó y lo puso en conocimiento de sus superiores. Dorothy fue sometida a un riguroso interrogatorio pensando que podría ser una espía pero de sus labios sólo salió su historia -en ningún momento desvelo el nombre de los que le había ayudado-. No sabían qué hacer con ella y decidieron ingresarla en un convento hasta poder repatriarla. Llegado el día de la vuelta a casa, le hicieron firmar un documento en el que juraba no desvelar cómo había logrado infiltrase en las líneas; en caso contrario, sería condenada a prisión.
Ya en Londres, y aún teniendo un historia que contar que le hubiese proporcionado el éxito y la fama como periodista, tuvo que buscarse la vida en otros menesteres. Terminada la guerra, pensó que ya estaba liberada de su juramento y publicó un libro con su historia “Sapper Dorothy Lawrence: the only English woman soldier”. El Ministerio de la Guerra no pensaba lo mismo y censuró su libro. En 1925, y tras denunciar una violación, fue ingresada en su psiquiátrico. Nada más se sabe de ella desde esta fecha, sólo que falleció en 1964.
 Podréis encontrar más historias como la de Dorothy Lawrence en este libro de sorprendentes  historias de la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Biografía de Alexander Kerensky

Alexander Kerensky

Aleksandr o Alexandr Fiódorovich Kerenski o Kerensky;(Simbirsk, 1881 - Nueva York, 1970.Político socialista ruso. Dirigente destacado del socialismo moderado, tras la caída de la monarquía zarista fue ministro de justicia y de guerra del gobierno provisional dirigido por el príncipe Lvoff. En junio de 1917 fue nombrado jefe del gobierno, cargo que desempeñó hasta el triunfo de la revolución bolchevique en noviembre de ese año.
Estudió derecho en la Universidad de San Petersburgo. Durante sus años de estudiante se unió al movimiento socialista revolucionario Narodniki. Hacia 1905 se afilió en secreto al Partido Revolucionario Socialista, que operaba en la clandestinidad, mientras, públicamente, formaba parte del grupo Toil, un partido legal de tendencia liberal moderada, y desarrollaba una brillante carrera como abogado, adquiriendo fama por su defensa de líderes socialistas. En 1912 fue elegido miembro de la Duma (el parlamento ruso creado tras la Revolución de 1905), como representante del grupo laborista Trudoviki por el distrito de Volsk (Saratov). Durante los años siguientes consolidó su carrera política y se convirtió en una de las principales figuras del socialismo moderado ruso, gracias a sus brillantes intervenciones ante la Duma.
A diferencia de los socialistas radicales, Alexander Kerensky apoyó la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, pronto quedó decepcionado por la política bélica seguida por el régimen zarista y, al estallar la revolución en febrero de 1917, apoyó decididamente la disolución de la monarquía. Fue nombrado subsecretario del Soviet de Obreros y Soldados de Petrogrado y ministro de justicia del gobierno provisional nombrado por la Duma y presidido por el príncipe Lvoff.
Como único dirigente político que participó simultáneamente en ambos organismos, Kerensky se ocupó de mediar en los crecientes conflictos que surgieron entre estos poderes paralelos. Como ministro de justicia promulgó los derechos civiles básicos (libertad de expresión, de asociación, de prensa, de reunión, de religión, sufragio universal e igualdad de derechos para las mujeres) y alcanzó una enorme popularidad en los medios revolucionarios.
En mayo de 1917, tras una serie de tumultos contra las medidas bélicas adoptadas por el gobierno que provocaron la caída de varios ministros, Kerensky fue nombrado ministro de guerra y de marina. En un último esfuerzo por frenar el avance del ejército alemán invasor, Kerensky proyectó una gran ofensiva y recorrió el frente, arengando a las desmoralizadas tropas para que defendieran la patria y la revolución.
Pero la caía del zarismo había deshecho la estructura jerárquica del ejército ruso, muchos de cuyos oficiales se negaban a admitir la autoridad del gobierno republicano, al tiempo que los soldados desertaban en masa para unirse a los soviets o regresar a sus hogares. La disciplina se hundió por completo y la llamadaOfensiva Kerensky, lanzada en junio de 1917, resultó un rotundo fracaso que acabó con cualquier expectativa de rehacer el esfuerzo de guerra ruso.
Poco después de este fracaso el gobierno se enfrentó a una frustrada rebelión de soldados y marinos que provocó una nueva crisis ministerial. Kerensky fue entonces llamado a suceder a Lvoff en la jefatura del gobierno, debido a su amplio apoyo popular y a su influencia sobre el Soviet de Petrogrado. Presidió una precaria coalición de socialistas moderados y liberales e intentó aunar a las distintas fuerzas políticas de la Duma para estabilizar la situación política. Pero pronto se granjeó la oposición de los liberales y del ejército, al destituir de forma sumaria al comandante en jefe del ejército ruso, general Lavr G. Kornilov, cuyo puesto ocupó personalmente en septiembre.
Por otra parte, su negativa a adoptar las medidas económicas y sociales que le exigían los socialistas radicales le hizo perder la confianza del ala izquierda de la Duma, que temía que Kerensky asumiera poderes dictatoriales. Una de sus primeras medidas como primer ministro fue la supresión del Partido Bolchevique, al que se acusaba de causar los disturbios de julio, a pesar de que el propio Lenin había desautorizado la insurrección por considerarla prematura. Lenin consiguió huir a Finlandia, pero otros dirigentes bolcheviques, como Trotski o Stalin, fueron detenidos y encarcelados.
Las medidas adoptadas por Kerensky no consiguieron refrenar el deterioro de la situación política y social, lo que permitió a los bolcheviques atacar el prestigio del gobierno provisional y asumir el control de los soviets de obreros, soldados y campesinos que surgían en toda Rusia, hasta convertirse en un poder paralelo que escapaba al control del gobierno.
Desde la derecha, Kerensky sufrió los continuos envites del partido monárquico y de los diversos grupos tradicionalistas y liberales, que reclamaban una represión inmediata del movimiento revolucionario. En septiembre, el general Kornilov dirigió una marcha de la caballería contra el gobierno, en un intento de proclamar una dictadura militar con el apoyo de los liberales. Aislado, Kerensky fue incapaz de tomar medidas eficaces contra el intento golpista. Éste sólo fue sofocado gracias a la intervención de los bolcheviques, que ganaban constantemente apoyo entre el pueblo.
Los bolcheviques acusaron a Kerensky de complicidad con la rebelión militar de Kornilov, al tiempo que los liberales le retiraron su apoyo. Kerensky mantuvo, sin embargo, la jefatura del gobierno, aunque carecía casi por completo de autoridad política efectiva. Los bolcheviques se hicieron con el control del Soviet de Petrogrado y de la mayoría de los soviets del país, que hasta entonces habían constituido el principal respaldo del gobierno socialista moderado. Incapaz de esperar la formación de una Asamblea Constituyente que estabilizara la situación, Kerensky convocó un pre-parlamento con representación de los principales partidos y sindicatos. Sin embargo, Lenin boicoteó este parlamento, convocando en su lugar un Congreso de los Soviets de toda Rusia bajo el lema "todo el poder para los soviets".
En la noche del 6 de al 7 de noviembre, los bolcheviques tomaron por la fuerza el poder en Petrogrado, proclamando la revolución comunista. Un navío de guerra apuntó sus cañones hacia el Palacio de Invierno, donde se hallaba reunido el gabinete. El Congreso de los Soviets declaró depuesto al gobierno de Kerensky y nombró en su lugar un Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por el propio Lenin. Kerensky consiguió escapar al frente, donde trató, sin ningún éxito, de reorganizar algunas tropas para hacer frente al golpe de Estado. Permaneció escondido hasta mayo de 1918, cuando consiguió escapar a Europa occidental.
Vivió exiliado en París, donde organizó diversos grupos de emigrados y dirigió publicaciones antibolcheviques, como el diario Dni. En 1940, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, se trasladó a Estados Unidos, donde se dedicó a impartir conferencias en diversas universidades sobre temas de sociología y política rusa. Entre sus obras de análisis político e histórico destacan Preludio al bolchevismo: la revuelta de Kornilov (1919), La catástrofe (1927), La crucifixión de la libertad(1934) y Rusia y el giro decisivo en la Historia (1965). En 1966 fueron publicadas sus Memorias.